Nuevos horizontes para el régimen simplificado en Costa Rica: lo que deben saber los pequeños contribuyentes

Las nuevas modificaciones al Régimen de Tributación Simplificada (RTS) del Ministerio de Hacienda de Costa Rica pueden facilitar las obligaciones tributarias, pero también plantean retos que conviene entender con detalle.

 
 

Recientemente el Régimen de Tributación Simplificada (RTS) del Ministerio de Hacienda de Costa Rica sufrió una serie de modificaciones. Estas reformas pueden tener un impacto decisivo para pequeños contribuyentes —especialmente los comerciantes minoristas, microempresas artesanales, productores agrícolas y otros—, al facilitar obligaciones tributarias, pero también plantean retos que conviene entender con detalle.

¿Qué es y para qué sirve el RTS?

El RTS es una herramienta voluntaria pensada para simplificar la tributación tanto del Impuesto sobre la Renta como del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) para pequeños contribuyentes. Según el Ministerio de Hacienda, personas físicas o jurídicas con actividades específicas pueden optar por este régimen en lugar del régimen general.
El régimen es atractivo porque reduce la carga administrativa: las declaraciones se presentan trimestralmente (enero-marzo, abril-junio, julio-septiembre, octubre-diciembre) en lugar de tener que hacer presentación más frecuente para algunos impuestos.

Principales cambios

Destacamos las siguientes novedades que vale la pena analizar desde la perspectiva de contabilidad y planeación fiscal:

  1. Actualización de límites para compras
    El Ministerio amplió el monto máximo de compras anuales que un contribuyente puede tener para permanecer en el RTS. Antes el límite era de 150 salarios base, pero con las reformas recientes ha subido a 186 salarios base, IVA incluido.
    Este ajuste amplía el grupo de contribuyentes que pueden optar por el régimen: negocios antes excluidos podrían ahora calificar.

  2. Ampliación de actividades permitidas
    La reforma también incluyó más actividades elegibles para el régimen simplificado. Entre las nuevas se encuentran, por ejemplo: repostería y pastelería, viveros de plantas ornamentales, bisutería artesanal, artesanía y confección textil, entre otras.
    Esto es relevante porque muchos microemprendedores artesanales o pequeños productores que antes no podían optar al RTS, ahora sí podrían, lo que les brinda una vía tributaria más ligera.

  3. Resolución sobre formularios
    Con la Resolución MH-DGT-RES-000-2025, la Dirección General de Tributación reforma el uso del formulario D-105-2, utilizado para las declaraciones del régimen simplificado.
    Este cambio podría significar ajustes operativos para los contribuyentes: es clave revisar la versión del formulario y asegurarse de que las declaraciones se llenan correctamente bajo las nuevas reglas.

  4. Requisitos cuantitativos y análisis de riesgo
    Según la Ley 9635, la Administración Tributaria debe hacer estudios para definir los criterios de acceso al régimen simplificado. Estos estudios tienen en cuenta elementos como el capital promedio invertido, el monto de compras, los rendimientos brutos y netos, el número de empleados, entre otros.
    Esto significa que Hacienda no da por sentado que cualquier microempresa califique automáticamente: habrá una evaluación “sectorial” para determinar quién entra y quién no, lo que requiere transparencia y control.

Ventajas, pero también riesgos

RTS sigue siendo una opción potente para muchos pequeños contribuyentes, pero no está exento de riesgos. A continuación se detallan los pros y contras de este régimen.:

  • Ventajas:

    • Menor complejidad contable: no se exige contabilidad tan formal ni tan detallada como en el régimen general.

    • Presentación trimestral simplificada y combinación de renta + IVA en una sola declaración.

    • Opciones flexibles para emisión de comprobantes: por ejemplo, algunas entidades pueden optar por la figura de “emisor receptor no confirmante” según el reglamento de comprobantes electrónicos.

  • Desventajas y riesgos:

    • Si el negocio crece (más compras, más empleados, más activos fijos), podría superar los límites del RTS y verse obligado a pasar al régimen general, lo que implica mayor carga administrativa.

    • Al no emitir factura con IVA en todas las ventas, los clientes (especialmente si son empresas) no podrán reclamar crédito fiscal, lo cual puede limitar las relaciones B2B.

    • Aunque no es necesario llevar contabilidad estricta, sí se deben mantener registros auxiliares de compras u otros documentos básicos, para las inspecciones de Hacienda.

    • Existe la facultad de reclasificación: si Hacienda detecta que un contribuyente ya no cumple los requisitos, puede pasarlo al régimen general de oficio.

Recomendaciones

En Finube recomendamos a quienes estén evaluando el RTS o ya están inscritos:

  1. Revisar si su actividad está en la lista autorizada
    Verifique que su tipo de negocio figura dentro de las actividades permitidas por el Ministerio de Hacienda. La lista va más allá del comercio “tradicional”: incluye repostería, artesanía, bisutería, viveros, entre otras. Ver lista

  2. Calcular sus compras actuales y proyectadas
    Haga un análisis de compras del negocio para asegurarse de que no va a exceder el nuevo límite de 186 salarios base. Si se proyecta crecer, necesita evaluar si aún le conviene seguir en el RTS o prepararse para migrar al régimen general.

  3. Monitorear los cambios normativos y formularios
    Dado que Hacienda ha reformado los formularios (como el D-105-2), es clave mantenerse actualizado para hacer las declaraciones correctamente. Error en formulario puede generar fiscales o sanciones.

  4. Mantener registros adecuados
    Aunque no se exige contabilidad compleja, es importante llevar registros auxiliares de compras, facturas de proveedores, inventarios si los hay, para sustentar las declaraciones en caso de auditoría.

  5. Consultar a un asesor fiscal
    No todos los negocios pequeños tienen el mismo comportamiento financiero: un contador o asesor fiscal puede simular el impuesto bajo RTS vs régimen general para determinar cuál es más eficiente según su estructura de costos, volumen de compras, inventario, utilidades proyectadas, etc.

Conclusiones

Las recientes reformas al Régimen de Tributación Simplificada en Costa Rica son una oportunidad estratégica para muchos pequeños contribuyentes. Al elevar los límites de compras y ampliar las actividades admitidas, Hacienda ha dado más espacio a microempresas que antes no podían beneficiarse del régimen.

Sin embargo, no es una solución sin desafíos: los contribuyentes deben ser prudentes, evaluar su crecimiento, mantener registros y estar al día con la normativa. La opción de migrar al régimen general siempre está presente y puede ser necesaria si la empresa escala.

En definitiva, el RTS reformado puede ser una herramienta poderosa para simplificar obligaciones fiscales, pero su aprovechamiento óptimo requiere un análisis técnico cuidadoso y una asesoría especializada.

En Finube le podemos ayudar a revisar si su empresa califica para este régimen o si por el contrario, le conviene cambiarse al tradicional.

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